Los mayores destacan que la tecnología no es un «tema antagónico» para ellos y reconocen su capacidad para «facilitar» su vida
08/07/2022VÍDEO: los clientes de Servimedia disponen de imágenes y sonido de estas declaraciones en el enlace https://servimedia.tv/TotalesMayoresBrechaDigital
MADRID, 03 (SERVIMEDIA)
La Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP) destaca que «tecnología y mayores no es un tema antagónico», puesto que «tenemos que convivir» con los avances dimanantes de ella, y reconoció que «tiene cosas que pueden facilitar nuestra vida».
Así se puso de manifiesto durante el diálogo ‘Brecha digital y mayores: ¿Es posible una solución?’, organizado por la agencia de noticias Servimedia. En este encuentro participaron Lucía Velasco, autora de ‘¿Te va a sustituir un algoritmo? El futuro del trabajo en España’ y exdirectora del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad; Patricia Leal, responsable de la Unidad de Competencia Social del mercado de Administraciones Públicas en Minsait; Cristina Rodríguez Porrero, integrante de la Plataforma de Mayores y Pensionistas; y Elena García de Alcaraz, directora de Fjord Madrid, agencia de AccentureSong.
En su intervención, Cristina Rodríguez Porrero atestiguó que «los mayores tenemos muchísimas necesidades porque vivimos en un mundo digital que afecta a todas las esferas de nuestra vida». No obstante, arguyó que «tecnología y mayores no es un tema antagónico», ya que «tenemos que convivir» con su entorno, y confesó que «tiene cosas que pueden facilitar nuestra vida», por lo que «si lo hacemos bien, la brecha digital se puede solventar».
A pesar de ello, aseveró que «las dificultades son todas» para las personas mayores en el entorno digital, un ámbito en el que «nos sentimos discriminados», puesto que «el rodillo digital no puede pasar por encima de los derechos y la dignidad de las personas».
Explicó que la discriminación hacia las personas mayores se vislumbra cuando «no se cuenta con nosotros» en el desarrollo de una nueva herramienta o dispositivo tecnológico, y consideró que esta situación es «fácilmente evitable». Apuntó que «el problema es mental» y auguró que «no será fácil» revertirlo, debido a que «el ‘edadismo’ es difícil de combatir, pero soy optimista en que se conseguirá un cambio de percepción».
En ese sentido, instó a «contar con el Tercer Sector en la cocreación» de un entorno digital accesible para las personas mayores, ya que «hay que sacar beneficios sin dejar a nadie atrás».
Por su parte, Lucía Velasco comentó que es importante «tener en cuenta la vertiente de la edad» en el ámbito digital, como lo refleja el hecho de que las personas mayores de 76 años «utilizan muchísimo menos el móvil que el resto de generaciones o lo tienen sin conexión a Internet».
También invitó a «incorporar a las personas mayores al desarrollo de nuevos productos» tecnológicos, puesto que, de lo contrario, «hay pocas posibilidades de tener éxito», al tiempo que dijo que es pertinente «reconocer el derecho a no ser digitales».
Lucía Velasco expuso que «no hay un país que destaque» sobre los demás en términos de accesibilidad digital, a pesar de que la pandemia ha incrementado las capacidades digitales de las personas mayores, que ahora «se manejan con facilidad» en el uso de WhatsApp, la receta electrónica o las videollamadas.
Por otro lado, Patricia Leal dejó claro que «la conexión a Internet es un derecho esencial, como el acceso al agua y a la electricidad», lo que obliga a «proporcionar una infraestructura necesaria para, sobre todo en medios rurales», asegurar la conectividad.
Del mismo modo, llamó a «alfabetizar digitalmente», desde la máxima de que «la tecnología es un medio para facilitar las cosas», y apuntó que a las personas con discapacidad les «aporta un montón de valor» y les facilita «cosas que no podrían alcanzar».
Por último, Elena García de Alcaraz manifestó que la pandemia «ha magnificado» la brecha digital, como consecuencia de «una falta de atención de la generación actual a la que la precede», y deploró que «nuestros mayores han sido olvidados en el diseño de servicios», lo que provoca que sean los primeros en «sufrir las consecuencias» de una herramienta que «no está pensada para ellos».
Sin embargo, reflexionó sobre lo perentorio de «evitar vincular la brecha exclusivamente al ámbito digital, ya que lo digital también puede ser la solución». Confió en que los fondos europeos contribuyan a resolver esta situación, especialmente en el ámbito de la empresa privada, a cuya «generosidad» apeló para este cambio de perspectiva.