Los millenial chinos y el lujo

Los millenial chinos y el lujo

06/10/2016 Desactivado Por 49K Noticias

Si hay un sector que desde los últimos años se ha visto beneficiado por el público chino, ese ha sido el lujo.

Los turistas llegaban a las grandes capitales mundiales a dejar ingentes cantidades de dinero a su paso no sólo en los servicios hoteleros sino en las principales marcas a nivel nacional e internacional. Buena prueba de ello es que incluso se disponían de autobuses que llevaban a los turistas asiáticos a los outlets, donde marcas como Loewe contaba con dependientas que hablaran su idioma y entendieran su cultura para atenderles como sólo ellos necesitan.

Sin embargo, más allá de esa clase influyente y adinerada que sale de las fronteras, las marcas apostaron por reinventarse en el mundo asiático y abrir sus establecimientos en el propio gigante chino, apostando por acercar esos productos hasta uno de los consumidores más ávidos de ellos.

Y lo curioso es que, pese a que es el público que más resultados de venta ofrece, la situación económica en el país y una nueva generación de consumidores han revelado cómo durante el último año la desaceleración en la compra de productos de este sector se ha convertido en una realidad.

¿Por qué? Porque los millenial son un público diferente, como en el resto del planeta, pero en China, aún más.

Según anuncian los expertos, todos los que nacieron durante la década de los 80, pese a ganar bastante más que sus padres, ahorran también bastante menos. Eso es consecuencia, en gran parte, a que no han vivido una era comunista más radical como sus progenitores. Pero, si gastan más, ¿en qué lo hacen? Ese es el principal quebradero de las grandes marcas, entender a ese consumidor millenial oriental que, en el fondo, por volumen, marca la moda en el resto del planeta aunque sorprenda.

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Y es que el público de este país busca la personalización. Y en eso, en tecnología, van un paso por delante. El big data tendrá mucho que decir si las marcas de verdad quieren hacerse con el volumen de negocio que genera una nueva generación dispuesta a dejarse el sueldo en lujo.