Que no me toquen las narices…

Que no me toquen las narices…

17/08/2015 Desactivado Por 49K Noticias

El olfato. Ese peculiar sentido que hace que evoquemos, según los estudios, recuerdos escondidos incluso de nuestra más tierna infancia. El olor a limpio de la ropa, el olor del campo, de la tierra tras la lluvia…¡y el olor corporal!

Yo a veces me planteo si vivimos cerca de gremlins que no quieren reconocer su naturaleza, porque tanta dejadez de verdad no es normal. No es normal el miedo a la ducha de muchos. Pero ojo, que este campo también es aplicable a las mujeres…que no se huele a rosa de forma natural. Son motivo de estudio seguro, son los doctores oloris causa.

El otro día veía una publicación por las redes sociales que hacían alusión a los fabricantes de desodorantes: por favor, que dejen de poner en los desodorantes queura su efecto dura 24 horas porque los hay que se lo creen y se suben al autobús. Qué daño hace la publicidad. De verdad, en ciertas cosas, qué daño.

Y es cierto. Yo recuerdo la época en la que cogía el metro a primera hora de la mañana…y había alerones que ya quisiera el Concorde. Vamos a ver, yo soy capaz de entender que a última hora del día, por trabajo y por ejercicio, no se huela como recién salido de la ducha….¡pero por dios, a primera hora no! ¡ un poco de dignidad! Al respecto, decir también que las series y películas de época en las que señoritas putones hablan del aroma varonil, juro que no se referían a semejantes hedores. Aún en épocas historias donde el agua y la higiene brillaban precisamente por su ausencia, de verdad que no olían cual cromañón en el metro.

Quizás también te interese:  Descubre los Imprescindibles: Las Mejores Aplicaciones Android que No Pueden Faltar en tu Dispositivo

Hay gente que va por el mundo con su aroma, pero debe ser que él o ella se inmuniza. No me puedo creer que sujetos con los que tengo el inmenso placer de coincidir, no se huelan a ellos mismos. De verdad. Es imposible. Y qué decir del sufrimiento en silencio, cual almorrana, de quienes compartan lecho…. deberían acabar poniéndoles en cuarentena en un hospital por alerta sanitaria. No puede ser bueno para las fosas nasales. Las debe de atrofiar seguro.

Sólo les faltan carteles colganderos con el símbolo radioactivo para poner en alerta a quienes se aproximan a dos kilómetros a la redonda. Que comer cerca da horror, vamos, que es la mejor dieta del mundo. No comes, y vomitas mares. Que te falta el canto de un duro para gritarle…so cerdo, haz el favor de pagar el agua y dúchate.

Yo tuve un caso así una vez alojado en casa. Le compré un desodorante haciéndome la rubia, dejándolo así como olvidado sobre su toalla, pero él se lo hizo más, no llegó a estrenar…allí me lo dejó, precintado y todo.

Recuerdo en la universidad cómo los de psicología nos amenazaban con estudios olfativos en los que destapaban botes de los que se usan para las muestras de orina con algodones impregnados de distintos olores, buenos y malos…el peor, el que destapaban el trozo que había llevado fijo el más cerdo del campus. Jamás quisieron decirnos quién fue por miedo a las palizas que podría sufrir.

¿Dónde quedó ese olor floral, sutil, casi cítrico, que dejaba una rica estela?

Pero también por defecto hay problemas. Que los perfumes tienen trampa por no venir con manual de uso. No hace falta que cada vez que se salga de casa se eche uno medio bote del perfume del chino, que de verdad, no huele igual que el original. Se ponga el chino, la suegra o quien sea como se ponga. No huelen igual. Será que usan alcohol de quemar, pero no, tampoco es buena idea. Pero al tema, que digo yo que el primero que diga cuantas veces hay que apretar el spray de su botella, triunfa como los Donetes.

Quizás también te interese:  Herramientas de productividad para emprendedores y startups

He visto a moscas morir cual si hubieran recibido un disparo de spray anti insectos al paso de señoras con nidos cardados en la cabeza, que eso da para otro post. En serio, si algún general de importantes ejércitos hubiera descubierto los perfumes del chino, la historia hubiera cambiado.

Ya me estoy imaginando la caida de Gengis Khan bajo el aroma del Amor Amor de Chacharel de la Tienda Bambú del momento. Y cómo hubiera cambiado el percal.

Aún así, hay un tercer aroma jodido. El del detergente a granel con el que limpian las grandes oficinas, que eso no aromatiza, eso droga. Que vas a pasar ahí casi ocho horas con las emanaciones cual manantial de un fregasuelos comprado al peso casi que se supone que huele a cereza, pero que en realidad lo que hace es anular tu rebeldía. Da pereza hasta moverse. Eso debería estar incluido en el Código Penal. Es maltrato fijo. Palabrita de rubia.